La prohibición y censura que intentó el turco-belga islamo-socialista Emir Kir, alcalde del municipio Saint-Josse-ten-Noode, contra los conservadores que participaron en el NatCon (sí, por fin se dio el evento) sólo prueba con exactitud una realidad: estamos en sus manos. Estamos en las manos de la dictadura de la Unión Europea cómplice de una invasión ideológica y religiosa, social-comunista e islamista. El que no lo quiera ver es su problema.