Llegaba de la compra cargada de bolsas y, al entrar en su casa, tuvo un recibimiento extraordinario, cuanto menos. Un cocodrilo. En la entrada de su piso. O eso es lo que ella creyó ver... Ocurrió el martes por la tarde en Castro Urdiales, cuando una aterrorizada vecina llamó a la Policía Local pidiendo auxilio por la inesperada visita del feroz reptil en su hogar de la calle Ocharan Mazas. La mujer esperó a sus rescatadores a buen recaudo de sus fauces, encerrada en una habitación.