El martes 22 de octubre, Irene Montero y Podemos lanzan su señalamiento público. Cuentan la historia de Livia y Juan, expulsados de su vivienda por una tal “Esther Argerich”. De inmediato, cientos de internautas buscan en Google este nombre y descubren que también tiene una casa rural. Irreflexivos, empiezan a atacarla en redes, a puntuar negativamente su negocio, a señalarla como especuladora, traidora, enemiga del proletariado, etc. La prensa liberal reacciona: ¡una pobre mujer señalada públicamente!