“Empecé a gritarles del peligro”, dijo Baba Hana, residente de Chernobyl, relatando un enfrentamiento con las fuerzas invasoras. “Traté de darles información del lugar, explicándoles lo que estaba pasando en Chernobil… Hablo ruso, les pregunté qué estaban haciendo allí, a quién creían que estaban liberando en la peligrosa zona”.“No consigo encontrar la lógica para crear un campamento en la zona contaminada de radiación, es estúpido”, dijo al periódico Oksana Pyshna, de 30 años, una guía turística convertida en empleada del ministerio estatal re