La cuenta de Twitter de Sputnik V no tiene nada que ver con los previsibles hilos comerciales de otros laboratorios. No, Sputnik V salta como un resorte ante la mínima maledicencia de los medios occidentales, exhibe lo bien que les va a los países que la han comprado, difunde información negativa de sus competidoras, enreda con las divisiones en el seno de la Unión Europea y celebra las proezas tecnológicas del pasado soviético, como hizo este lunes con el 60 aniversario del vuelo de Yuri Gagarin.