Las actuaciones -y digo 'actuaciones' y no 'acciones'- del PP son tan esperpénticas, llegando a introducir los indultos en un debate sobre la salud mental que, por ser desleal lo es hasta con su hinchada, a la que deja en ridículo. O Pablo Casado se pone las pilas, más aún con Isabel Díaz Ayuso catapultada por Aznar, o va camino de ser el Antonio Hernández Mancha del siglo XXI.