Asimov era, ciertamente, un optimista. Sus novelas concluyen que es posible coexistir con los robots (léase las IAG). Inicialmente, esa coexistencia se deriva de la programación de las máquinas y es siempre imperfecta hasta que los robots evolucionan para convertirse en humanos. No es una solución poco atrevida, pero todavía es insuficiente. Además, hay que postular que el entendimiento entre humanos es posible. Asimov estaba convencido de que, a pesar de todo, la humanidad tiene...