Según el Acuerdo de París, para el año 2100 la temperatura media del planeta no puede haber aumentado más de 2ºC respecto a la temperatura preindustrial, porque ello supondría el fin de la civilización humana y, posiblemente, también el fin de la especie humana. Pero, además de eso, hay que hacer todo lo posible por que la temperatura se mantenga lo más cerca posible de los 1'5ºC, porque por encima de esto la situación será catastrófica para la humanidad. Actualmente el planeta se dirige a un escenario de incremento de la temperatura de 2'8ºC.