“Interferón alfa 2B tiene la ventaja de que ante situaciones como estas es un mecanismo para poder protegerse, su uso evita que los pacientes con posibilidades de agravarse y complicarse lleguen a ese estadio, y finalmente tengan como desenlace la muerte”, manifestó el doctor en ciencias Luis Herrera Martínez, uno de los creadores del INF recombinante en Cuba y hoy asesor científico y comercial del grupo empresarial cubano BioCubaFarma, poseedor de la patente, fabricante y distribuidor de ese y otros productos de la biotecnología cubana.