Las ofertas de trabajo que suelen llegar a los ordenadores a través de inesperados correos electrónicos -los spam sospechosos- suelen esconder ingeniosas estafas. Las víctimas que, sin saberlo, colaboran en estos fraudes son personas necesitadas de empleo que, inducidas al engaño, facilitan a la trama sus propias cuentas bancarias on line. Lo hacen creyendo que han encontrado un cómodo y bien remunerado empleo. Pero todo es mentira. Cuando se aperciben, o ellos mismos han sido estafados, o bien se percatan de que les han utilizado para limpiar