Desde siempre se nos ha animado a competir, prometiéndonos el diploma o el premio, si llegábamos a la meta entre los tres primeros. Parece que el concepto de competir lo tenemos claro, y que debería ser un estímulo para mejorar, ya que por lo visto, la intención de mejora continua y la autoevaluación son insuficientes, si no tenemos con qué o con quien compararnos. ¿Porque a la hora de hablar de inteligencia artificial, nos planteamos una competencia directa ?