Aunque de forma habitual los creadores de historias traten de ponernos del lado del héroe, hay algunos casos en los que los villanos acaban robándose la función. Y es natural que así ocurra, puesto que, muchas veces, crear un personaje malvado, malicioso y desapegado de esa ilusoria perfección moral del héroe resulta mucho más divertido e interesante. Luke Skywalker era el bueno, pero todos querían ser Darth Vader, o como poco Han Solo.