El cine estaba considerado como un instrumento cultural, fundamental para conocer e interpretar el mundo. Pero siempre tuvo en su contra a determinadas formas de entender la cultura, al sistema establecido, que siempre ha mirado al cine con recelos. Un ejemplo de la estrategia del sistema es que el Premio Nacional de Cinematografía se lo hayan concedido este año a Juan Antonio Bayona por Lo imposible, argumentando, entre otras cuestiones, como elemento a su favor la recaudación en taquilla. Se ha cambiado el sistema.