No soporto que el comercio, siempre ansioso de mover las cajas registradoras, conlleve una matarrasa de todo lo anterior, de lo propio y genuino... Tanto que lleguemos a olvidar quiénes somos y de dónde venimos. Así es que vamos a revolver un poco, como un modo de lucha revolucionaria y antisistema contra el olvido generalizado. La Navidad, la fiesta el OlenTzero y los regalos