En estos días, muchos de nosotros hemos podido ver en nuestro círculo más cercano que varias personas han tenido síntomas de una infección respiratoria: fiebre, tos, dolores de garganta, musculares o de pecho, malestar general, inapetencia… Y suele resolverse, en la mayor parte de los casos, en pocos días con tratamiento sintomático, fundamentalmente antitérmicos y analgésicos. También puede ocurrir que personas más vulnerables por diferentes motivos (comorbilidad, mal estado general, inmunodepresión, edades más extremas…).