Una rica hacendada de Vall d’Alba (Castellón), recientemente fallecida, ha dejado todo su patrimonio al alcalde del pueblo, Francisco Martínez, del PP, que es vicepresidente de la Diputación de Castellón. Veinte fincas, algunas urbanizables, y una masía histórica. Mientras, los familiares que la cuidaron se han quedado sin nada.