A escasas horas del lanzamiento del Apolo 11, un reportero reparó en el hombre que, montado en un tractor, segaba la pradera de hierba que rodeaba la lanzadera espacial. Se acercó a él y le pidió que le explicase exactamente en qué consistía su labor. El periodista esperaba algún detalle técnico sobre la altura del corte o la dimensión de la superficie de grama pero, en su lugar, el jardinero se caló su gorra de béisbol y le respondió: “estoy ayudando a poner a un hombre en la Luna, señor. Hace dos días, llamé a Javi, el frutero del mercado…