Paula, 27 años, estudiante universitaria de sistemas informáticos, natural de Montevideo se vino a vivir hace siete años a Israel para dar la razón –acaso sin pretenderlo– al “padre fundador”, Ben Gurion, que en 1948 se empeñó –algo insólito en aquel mundo– en que las mujeres cumplieran el servicio militar, aún hoy una obligación vigente y un símbolo de la igualdad de sexos de la que siempre ha presumido Israel, sobre todo a la vista del papel de la mujer en el patio regional.