A veces, muy pocas, nada como un responsable público desesperado para decir la verdad con contundencia. El ministro de salud alemán, Jens Spahn, ante la pesadilla del covid que nunca se fue, dijo que, a este ritmo del brote que tienen encima, «los alemanes estarán vacunados, curados o muertos al final del invierno». Es un intento más de que la población se conciencie de que un pinchazo salva vidas.