La inmigración ilegal es un fenómeno complejo y multifacético que plantea numerosos desafíos para Europa. En las últimas décadas, el continente europeo ha sido testigo de un aumento significativo en el número de personas que intentan ingresar de manera irregular, huyendo de conflictos, pobreza y persecución en sus países de origen. Este flujo migratorio ha generado un intenso debate sobre las políticas de control fronterizo, los derechos humanos y la integración de los inmigrantes en las sociedades receptoras.