En una espectacular cena donde había sushi para saciar a un japonés, comenzamos a hablar de chorradas (como suele pasar) y llegamos a los Premios Darwin, unos reconocimientos que se otorgan a las muertes más tontas. El caso es que Óscar nos comentó que había un programa que las recreaba en vídeo: 1000 maneras de morir. ¡Y está completo en YouTube! Aunque los comentarios son para matar al guionista, no tienen desperdicio. Cada muerte, dos minutos.