Los impuestos no solo los soportan los obligados a tributar. En ocasiones, estos tienen la capacidad de trasladarlos a otros agentes. Una empresa, puede intentar repercutir parte de ellos a los consumidores (aumentando sus precios), a los proveedores (reduciendo los pagos de sus compras) e, incluso, a los trabajadores (reduciendo sus salarios). La capacidad de la empresa para hacer esta traslación dependerá de su nivel de competencia, del poder de negociación salarial de los trabajadores y del grado de movilidad internacional de bases impositiv