Con el asesinato de Bin Laden, Obama ha transgredido todos los códigos religiosos y morales que condenan la venganza, protegen y exigen respeto a la vida humana Todos los códigos morales de las religiones son concordes en la prohibición de matar, hasta convertirla en imperativo categórico, si bien es verdad que las religiones la transgreden con la misma facilidad y frecuencia con que se formula. Las distintas versiones del decálogo hebreo lo expresan lacónicamente: «No matarás». Hasta la vida de Caín, asesino de su hermano, debe ser protegida.