Los peces pueden ajustar su sensibilidad a las acciones de los demás, como huir debido a una falsa alarma, para reducir el riesgo de responder a la información errónea, según un nuevo estudio. Otros animales, incluidos los humanos, también pueden tener estos mecanismos de toma de decisiones. Cuando los peces de los arrecifes de coral salvajes nadan solos o en pequeños grupos, están muy sintonizados con las acciones de los demás. Por ejemplo, cuando los peces a su alrededor se sobresaltan, es más probable que huyan.