La comunidad indígena de La Cocha, a unos 90 kilómetros de Quito, decidió este domingo sancionar con varios castigos y cinco años de trabajos comunitarios a Orlando Quishpe, acusado de matar a otro aborigen el 9 de mayo pasado. Inicialmente, la comunidad se aprestaba a aplicarle al presunto criminal la pena de muerte, una sanción no contemplada en la legislación ecuatoriana. Pero hubo un cambio de veredicto y Quishpe fue obligado a cargar, semidesnudo, un quintal de tierra al hombro, tras lo cual recibió baños de agua fría y azotes con ortiga.