«Si te fijas, en alguna parte de los trópicos actuales siempre está lloviendo -explica Jacob Seeley, del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de Harvard y primer firmante del artículo-. Pero descubrimos que en climas extremadamente cálidos podría haber varios días sin lluvia sobre un gran porcentaje del océano. Y entonces, de repente, una tormenta masiva estallaría en casi todo el dominio, arrojando una enorme cantidad de lluvia. Luego, todo se calmaría durante un par de días y el ciclo volvería a repetirse».