La primera medida que tomó como presidente del Parlament balear el podemita Balti Picornell fue ordenar un desahucio. El de su ex compañera de partido Montse Seijas, cuando los bedeles descubrieron que llevaba noches pernoctando en una de las salas, en lo que parecía un ejemplo práctico de que la formación morada había venido para transformar las instituciones. Ahora que no preside el Parlament, Picornell pudo retomar su tarea de liderar las manifestaciones antimonárquicas frente al Palacio de la Almudaina.