El título de la autobiografía de Woody Allen es 'A propósito de nada'. Esa "nada" del título se refiere a dos cosas: la primera, su propia vida y su trayectoria artística. Allen repite que no le interesa su legado tantas veces que uno termina creyéndoselo. El descuido y el desinterés con que habla de muchas de sus películas en lo que es la parte más floja del libro parecen apoyar esta opinión. La segunda “nada” a la que se refiere el título es la que ocupa un cuarto de sus memorias: la violación pedófila a Dylan Farrow, hija de Mia Farrow.

La respuesta a todas estas preguntas, probablemente, está en la propia infancia de Mia Farrow, en medio de una familia homérica, con un hermano que se suicidó, otro que cumple condena por pederastia y un oscuro episodio de abuso infantil mencionado por la propia Mia a su hijo Moses. Aun así, si es verdad que, según los principios del metoo, siempre hay que fiarse de la palabra de las víctimas, no se entiende que prácticamente nadie haya hecho caso del testimonio de Soon-Yi, quien ha contado extensamente las palizas y humillaciones que sufrió.

Las miradas de muchos españoles (residentes o no en Dubai) se dirigieron sorprendidas este sábado al emblemático Burj Khalifa. La bandera de España iluminó el que es el edificio más alto del mundo como homenaje a la festividad del 12 de octubre, Día de la Hispanidad. Además, la rojigualda también fue la protagonista en la iluminación del edificio de la compañía nacional de petróleo de Abu Dhabi.

"A los actores que han trabajado con mi padre y han expresado arrepentimiento al hacerlo: os habéis unido rápidamente al coro de condena [...] por miedo a no estar en el lado “correcto” de un gran movimiento social. Pero en vez de aceptar el relato de la turba de Twitter, que repite sin pensar una historia investigada y desacreditada hace 25 años, por favor considerad lo que tengo que decir. [...] estuve ahí -en la casa, en la habitación- y conozco tanto a mi madre como a mi padre y lo que cada uno es capaz de hacer mucho mejor que vosotros."