Al pensar en un bróker, la mente viaja hasta las escenas de ‘The Wolf of Wall Street’. La visión más común es la de un hombre de negocios que, con su peinado perfecto y costoso traje, se pasea por la ciudad en vehículos descapotable y una vida llena de lujos y excesos. Sin embargo, esa escena está más cerca de la ficción que de la realidad. Para Josef Ajram todo comenzó con una pregunta: ¿Dónde está el límite? La respuesta no estaba en los tatuajes, los piercings, la ropa deportiva o el no haber realizado estudios universitarios...