A sus 24 años, Andrés Duque ha sido soldado, mensajero, auxiliar de panadería, chofer, obrero, jardinero, vendedor y pintor. Y, desde hace 6 meses, ‘muchacho del servicio’ por días. Lava, plancha, cocina, barre y limpia el polvo en una casa de familia en la que, además, debe cuidar a un hombre de 82 años, llevarlo al baño y darle desayuno, almuerzo, onces y dejarle lista la cena. También tiene que, al menos una vez por semana, fregar los baños. “Eso es lo que menos me gusta. Pero trabajo es trabajo y hay que hacerlo”, dice con marcialidad.