Si Podemos ha aceptado entrar, tendrá que ser parte. Si Sumar ha aceptado que entre, tiene que dejar que lo sea. No ha habido más veto que el de la ministra de Igualdad. La lista de motivos para dejarla fuera es larga: está quemada, despierta odio, no suma, resta… Pero es más importante la lista de razones para dejar que sean ella y su partido los que decidan. En primer lugar, todas las formaciones han podido elegir sin restricciones. Es una discriminación inadmisible.