Si le pones un impuesto al tabaco, se consumirá menos. Y, del que se consuma, habrá una parte de la demanda que se moverá a las opciones más baratas (liar) o ilegales (contrabando). Es llamativo que algo tan sencillo se vea tan claro en el tabaco y no en el mercado laboral. ¿Impuestos al trabajo? Bien, puedes ponerlos y defenderlos, pero no puedes obviar las consecuencias: habrá menos trabajo, de menor calidad y con más peso del empleo en B. Si subvencionas los coches eléctricos, tendrás más por la calle. Para eso lo haces, para impulsar su...