A Manuel, de 58 años, no lo denunció su exmujer. Está inmerso en este proceso penal a raíz de la denuncia que formuló la representante de una asociación de mujeres de Granada. Esta había tenido conocimiento de unos supuestos malos tratos psicológicos que según una de sus hijas son inexistentes. Por eso considera que su progenitor está siendo víctima de una «injusticia». La denuncia de esta asociación, que refería supuestas amenazas de muerte contra la exmujer de Manuel, se vio reforzada por el testimonio del médico de cabecera del hombre.