Los gusanos aprenden, captan información del entorno y pueden modificar sus comportamientos, pero un nuevo estudio ha demostrado que también son capaces de transferir ese aprendizaje a otros gusanos, sean o no parte de su descendencia. “Descubrimos que un gusano puede aprender a evitar la bacteria patógena P. aeruginosa, y si trituramos ese gusano, o simplemente usamos el medio en el que nadan los gusanos, y le damos ese medio o el lisado del gusano triturado a gusanos inexpertos, esos gusanos 'aprenden' a evitar el patógeno también”.