En primer lugar hay que recordar que Palestina es miembro de la Corte Penal Internacional desde 2015, después de ser reconocida por Naciones Unidas, mientras que el Estado de Israel no reconoce la competencia de este tribunal supranacional con sede en La Haya. La CPI solo puede juzgar a personas, no a Estados, es decir, ante la Corte Penal Internacional podría responder el responsable del gobierno israelí, así como sus ministros, especialmente los relacionados con la defensa, y los mandos militares.