Dos días después de introducirse un vaso de cristal en el cuerpo, un hombre acudió al médico en Italia tras comprobar que no podía retirarlo, que se había roto y que, por lo tanto, su vida podría correr peligro. El hombre, de 47 años de edad, dijo a los médicos que se lo había introducido a través del ano por placer y en el momento de extraerlo se hizo trozos. No obstante, no fue hasta dos días después cuando el hombre, aun sin dolor, acudió al hospital por temor a que esto supusiera un riesgo para su vida.