El campo de concentración de Ravensbrück fue construido entre noviembre de 1.938 y abril de 1.939, y fue el más grande en Alemania, destinado especialmente a mujeres, situado a unos 90 km al norte de Berlín. Por él pasaron unas 150.000 mujeres de 23 nacionalidades, entre ellas, españolas. Uno de los komandos que se formaron en Ravensbrueck, fue el komando Schoenenfeld, destinado a trabajar en una fábrica de armamento de aviación. Como en todos los komandos, las prisioneras trataban de sabotear la producción y ensayaban motines.