Científicos de las universidades de Sídney y la Sorbona usaron el registro geológico del fondo marino para hallar una conexión entre las órbitas de la Tierra y Marte, patrones de calentamiento global pasados y la aceleración de la circulación oceánica profunda: un ciclo de 2,4 millones de años en el que las corrientes del fondo marino aumentan, relacionado con periodos de mayor incidencia solar y clima más cálido, donde enormes remolinos alcanzaban a menudo el fondo abisal.
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www.nature.com/articles/s41467-024-46171-5