El nuevo primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, confirmó el sábado su intención de renunciar al plan del anterior gobierno conservador de expulsar a migrantes en situación irregular a Ruanda. El proyecto "estaba muerto y enterrado incluso antes de empezar. Nunca fue disuasivo (...), no estoy dispuesto a continuar con medidas engañosas", afirmó Starmer durante una rueda de prensa organizada tras el primer consejo de ministros del nuevo gobierno británico.