En Asia no hay romance de amor y de guerra más famoso que el Ramayana. La epopeya sánscrita no solo vertebra la cultura india, sino que impregna el folklore de todo el sudeste asiático, de Laos a Bali. Tanto da que el público sea budista, hindú o incluso musulmán. Como en Java, donde la historia de Rama y Sita se revive con espectaculares marionetas en un teatro de sombras.