cita como ejemplo a seguir el de París, «donde el 11,2 % de los trayectos ya se realiza en bicicleta frente a un 4,3 % en automóviles» y, en el caso de España, destaca la labor de Sevilla o Vitoria como referentes, al aumentar una red de carriles bici «útil y segura». Estos carriles deben estar «segregados del resto de la circulación, ser continuos y bien señalizados y no a costa de quitar espacio al peatón”, ya que «la principal barrera por la que las personas no utilizan la bici en sus desplazamientos es la inseguridad y el miedo al coche»