El mundo se adentra a gran velocidad. Confluyen en ella dos grandes vectores: desde el Este, las potencias asiáticas ―China, India, Rusia― buscan cada una nueva posición de fuerza en el orden mundial; a la vez, desde el Sur, el heterogéneo grupo de países en desarrollo o emergentes en el hemisferio meridional, reclama con creciente vigor y unión nuevos acomodos. Capacidades y planteamientos son diferentes, pero hay un común denominador, superar un pasado insatisfactorio,humillante, exigiendo cambios y compensaciones...