Scott Gardner fue el fotógrafo detrás de esta imagen memorable en 1992, durante su trabajo para The Hamilton Spectator. En el año 2020, Gardner compartió una crónica de su experiencia, revelando que se encontraba en el condado de Burlington, en Ontario, Canadá, cuando recibió una inusual alerta por radio acerca de un sapo con ojos en su boca. Aunque inicialmente creyó que era una broma, decidió investigar y se topó con algo que muy poca gente había presenciado