El fascismo es una mezcla explosiva formada por dos componentes: los que no olvidan y los que no recuerdan. Los que no olvidan son personas entradas en años que añoran un tiempo pasado que, según ellos, fue mejor (...) El fascismo, en todas sus formas, parte siempre del mismo principio: todo lo malo que me sucede es culpa de otros. Da igual que sean judíos, emigrantes, gais, gitanos o robots. Por eso, si conseguimos eliminarlos, eliminaremos también la causa de todas nuestras desdichas.