15 años no son poca cosa. Que se lo digan a Ulises, por ejemplo, a quien le llevó menos regresar a Ítaca después de sobrevivir a las sirenas, Polifemo y la cólera de los dioses. En 15 años, también, habría dado tiempo a construir siete Torre Eiffel o de darle otro par de hermanas a las desgraciadas Torres Gemelas. Y 15 años son los que lleva esperando el pelotari Inhar Ugarte para jugar con la selección vasca de forma oficial, algo que ve más cerca que nunca gracias a la modificación del artículo 44 de la Ley del Deporte aprobada esta semana...