Tiene su ironía poética, la verdad, que millones de europeos entiendan soberanía como eso de tener un Estado-nación dentro de la UE, en plena crisis del euro y del Estado-nación, sobre todo justo meses después de que Merkel se pasara la soberanía del Estado griego, independentísimo desde 1832, por el arco del triunfo. Si precisamente algo ha quedado claro con el asedio y rendición -esperemos temporal- de Grecia, es que hoy en día, en Europa, ese Estat propi dins de la UE i de l’euro tan anhelado por los catalanes no es garantía...