La muerte a tiros de dos perros en Rumiña-Casaio (Carballeda de Valdeorras) indignó a sus tres únicos habitantes, además de provocar la retirada por parte de la Guardia Civil del arma que poseía el denunciado, según fuentes municipales. "Este hombre dio tiros al lado de mi casa, a solo 200 metros. Ahora, voy a trabajar al campo y tengo que mirar hacia atrás para que no me meta un tiro", comenta el coruñés Joel García Expósito, el propietario de los animales abatidos, quien llegó a esta aldea de muchas casas semiderruidas el pasado mes de julio.