Para analizar esta rentabilidad, el informe parte del hipotético caso en el que una persona de 50 años, con una vivienda en propiedad, decide que sus ahorros terminen o bien en un plan de pensiones o bien en la reforma de su vivienda. En el caso de Madrid, los beneficios netos acumulados en 30 años para un unifamiliar ascienden a 106.365€ frente al obtenido por un plan de pensiones 39.524,3€. En el caso de edificio residencial rehabilitado, los beneficios son de 58.642€ por vivienda, superiores a los generados en un plan de pensiones 8.860,2€