Primero dijeron que no rebajarían las penas; luego que las habían rebajado porque los jueces eran «fachas»; luego alguien desde el ministerio dijo que la solución no era la cárcel; mientras otras insistían en mantener las penas de cárcel. Ahora a esperar a ver qué dicen tras el rapapolvo de la ONU. Y, mientras tanto, quizás digan que las conclusiones del Supremo, avalando las rebajas de penas, han sido así porque todos los jueces del Supremo, absolutamente todos, son «fachas», porque la decisión ha sido por unanimidad.