Cerca de la semana ocho si pones al bebé frente a tu cara y le sacas la lengua, probablemente al poco rato el repita la misma acción. Lo mismo ocurre si arrugamos la frente, ya que muchos niños a esta edad imitan los gestos de los adultos. [..] Esto es debido a un reflejo innato de los bebés, como el reflejo de succión, y lo pierden cuando empiezan a tener consciencia de sus propios gestos, en este caso hacia el año.